La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.
marzo 30, 2005
Cambio lámparas viejas por nuevas.
Y qué pasa con las memorias (los recuerdos)?
Por qué será que hay días que recuerdo cosas que pasaron hace mucho tiempo, y luego las olvido para siempre?
Debe ser como la ciber-confirmación:
"¿Está usted seguro de que quiere borrar definitivamente estos 39 elementos de la papelera de reciclaje?"
Lámparas viejas que eran mágicas y se extinguen, dando paso a nuevas lámparas, más brillantes quizás, pero carentes de cualquier poder.
Me caga tener que liberar espacio en el disco duro.
Quisiera ser El Memorioso.
Aunque a veces sea tan sabroso olvidar.
marzo 28, 2005
Paradoja pequeñoburguesa
Guadalajara
Sí. Ya me di cuenta. Esta es una ciudad abrumadoramente mocha. Todos van a misa. En los noticieros los reporteros dicen:
"Usted puede ayudar a salvar la vida de Don Arnulfo, paciente del hospital central de occidente, desde su casa. Así es, adivino usted: Puede hacerlo mediante sus oraciones..."
El laicismo es un absurdo en este lugar.
Las mujeres en edad casadera están más desilusionadas que un cuervo sin ojos que sacar. Las pequeñas lolitas, rayando en los 17 visten todas iguales. Se visten para ser deseadas...en las iglesias. Bah, bah y más bah.
En fin. Son las 4.30. Tengo que regresar al D.F. No tengo ganas de volver allí, pero tampoco quisiera quedarme en este pinche lugar. No pienso convertirme al cristianismo para atentar contra la frágil mente de alguna tapatía. Y no hay mucho más que ver en este rincón del sinarquismo.
5.30 P.M
Para los que no lo saben, o los que no pudieran adivinarlo leyendo a través de mi ñoñez extrema, fui a Guadalajara a jugar Ajedrez. Nada más a eso. A mi retiro espiritual anual de Ajedrez. Mi pasión ñoña. Mi batalla egoico-machina para quesque-encontrar validación en algo. En fin. Interpretaciones psicoanales hay diez mil. La mera verdad es que me gusta el jueguito y me distrae de la realidad lo suficiente desde hace muchos muchos años. Desde antes de mi era de las hormonas. Ni pedo. Hay cosas que uno trae grabadas en la psique. Es como otra circuncisión: No sabes cómo fue pero no puedes olvidarla.
6.00 P.M.
Premian a los ganadores. (Desde luego no a mi, me quedé, nuevamente, en la orilla) Sufro del mal nacional. Soy un ratón verde, verde ratón. Miserable, patético, pusilánime. Pero ya tenía rato sabiéndolo, así que me la pasé bien jugando. Y había muchas mujeres jugando también. Y muchas tapatías. Y me hace tanta falta conocer una mujer que...que pues como de costumbre estuve haciéndome pendejo creyendo que podría hacerlo. Fue divertido, en un sentido ridículo y voyeurista.
6.30 P.M.
Hora de irse. Esta vez no pienso viajar en Futura. Es más, no quiero viajar en camión. Fue una experiencia espeluznante. Me voy en un aventón con otros ñoños como yo. Señores de pipa y guante y jóvenes punkirockers ajedrecistas. Para los que no tienen ni puta idea de quién juega ajedrez en este país solo puedo aventurarme a decirles una cosa: El mosaico es surrealista. Desde la jóven lolita con los senos rebosando por encima de una blusita ínfima (y muy distractoria para sus rivales, obviamente), hasta los pachecos trasnochados de tepito, los provincianos felices por sus pequeños logros, los nerds insalvables, los rancheros, los burgueses más desinfectados. Es como una película de Buñuel.
7.00 P.M
Grand Cherokee azul. Carreteras de paga. Todo listo. ("Esta vez no habrá pedos, voy en carro, llegamos en chinga al D.F. y hasta tiempo de llegar a echarme unos tragos en el pata negra dominguero y tranquilo me va a dar...")
Ja.
Quiero decir: Ja Ja.
- Oye, ya tienes gasolina, todo bien?
- Sí, no hay tos.
- Paramos en el Oxxo para comprar viandas, no?
- Cómo chingas...
- Ándale, no seas cabrón. Nos va a dar sed segurito. Son unas buenas horas.
9.00 P.M.
Menos mal que compramos viandas, aunque se las hayan chingado rápido.
BEEP BEEP BEEP!
- Verga cabrón...ya casi no tenemos gasolina.
- Me caga decir te lo dije.
- Ves alguna gas?
- Son las nueve de la noche, no mames. No veo más allá de 100 metros del carro.
- Hay que preguntar, o vas a tener que caminar hasta ese pueblito...
- JAAAAAAAA! Oye ¿y paso a través o mejor rodeo ese incendio forestal...?
Zinapécuaro, Michoacán. 9.35 P.M.
Yo que me quejaba de las escalas en los pintorescos pueblitos de Michoacán, acabé en el más cagado de todos. Gracias a no se qué puta providencia no tuvimos que caminar hasta Zinapécuaro para conseguir la gasolina. El carro llegó con el chinche vaporcito.
1.30 A.M.
En mi casa, hecha un desmadre aunque sin perecederos a la vista o al olfato.
Mejor me hubiera regresado en camión. Aunque fuera en un Futura.
(No estuvo tan mal, exagero)
De vuelta a esta chingadera de ciudad. Sigo necesitando conocer una mujer. Sigo sin ganar un torneo de ajedrez otra vez. Sigo sin un buen trabajo.
Y mejor no sigo. Me voy a dormir.
marzo 23, 2005
Autobuses el Yunque: Crónica de un encuentro con dios.
Historia verídica acontecida apenas anoche.
10.15 P.M.
- Oiga, ¿de casualidad tendrá corridas hacia Guadalajara para antes de las doce?
- Oiga, ¿y cuál de los camiones de la foto es el que va ahorita a las 10.30?
- ¿Cómo que cual? Pues de esos de la foto, ninguno. (Qué dato tan positivista y chingón, hizo sentir mi pregunta muy pendeja)
- Ah, pos no verdad. De esos mismitos de la foto, seguro que ninguno es el de ahorita. Eso me imaginaba. Pero le preguntaba qué modelo, si el "Turistar" o el "Futura".
- Péreme. Es...el Futura.
- Oiga, ¿y tiene escalas o se va directo?
- Es directo.
- ¿Y en cuánto sale?
- A ver...a Guadalajara...hmm...cuatrocientos treinta pesitos.
- Y cuánto hace más o menos. Me decían que siete horas, ¿verdad?
En ese momento, el supervisor en turno hizo su aparición con un comentario que debí haber leído desde otro nivel, pero que desgraciadamente, por creerlo un simple convencionalismo mochomexicanístico, no tomé demasiado en serio:
- SI DIOS QUIERE, en siete horas y media está usté en Guadalajara, jovenazo.
- ¿Seguro que siete y media? No quisiera llegar demasiado temprano.
- Seguro. Chance y hasta un poquito más, porque ya se imaginará como deben andar las carreteras de llenas.
- Muy bien. Pues déjeme checar los precios de otras líneas y a lo mejor ahorita regreso.
- Cómo no, pero no se tarde mucho, porque el de las 10.30 ya mero sale.
10.24 P.M.
ETN: 567.00
Primera Plus: 462.00
Omnibus de México: 360.00 (Con 19 bellas escalas en el pintoresco estado de Michoacán de Ocampo)
BEEP*BEEP*BEEP*BEEP!!
Axioma de la noche: Las líneas de autobuses, las taquillas en general y cualquier otra aglomeración de opciones comerciales debe abordarse bajo el patrón "TACOS DE SUADERO". Es decir, lo mejor y más sabio, cuando no sabes en qué puesto comértelos y morir-lo-menos, es seguir el sabio consejo de las multitudes. Fórmate en la fila más larga. No quieras ahorrarte tiempo, GUEVÓN, PENDEJO.
Mi mente estaba intentando advertirme una vez más, sutilmente, que no cometiera el terrible error que estaba a punto de untar sobre mis 7 horas subsecuentes. Y de nuevo le traicione, en un afán de ahorrarme media hora, que hubiera podido servirme para cenar algo menos repulsivo que la torta de central camionera que me tuve que chingar, casi sin olerla, a las 5.20 de la mañana que llegó el puto camión (40 minutos antes de lo previsto), en Guadalajara, mientras esperaba el amanecer.
10.27 P..M.
- ¿A las 11.20 o a las 10.30?
- Pues ahorita, de una vez. Si me dice que llega en siete y media estaría llegando como a las 6. Eso está bien.
- ¿Qué asiento quiere?
- El que sea con ventana, si le quedan. Y si se puede que no esté encima de una rueda, mejor. (No por mamón, sino porque rebotan un chingo esos asientos...ta bien, por mamón)
- Tengo nada más el 32, que está atrasito de la rueda.
- Démelo. ¿Qué hora es?
- Son las 10.27, córrale ya a la puerta 2. Buen viaje@BLINK
Una risa satánica como el cliché podría haber sonado en el audio de la central camionera, para establecer otra concordancia y aderezar a la perfección el cuadro. Lástima que la vida no es TAN peliCULERA como para eso.
10.42 P.M.
- Señorita, llevo 10 minutos aquí parado esperando para poder subirme...
- Es que el chofer está en el baño y yo no le puedo recibir su boleto...¿sí?
- Bueno, y cómo cuanto cree que se tarde...
- Uy, quien sabe. Creo que andaba medio suelto, ¿sí?
- Umm...(gracias por la información). Aquí lo espero, pues.
- Mire, ahi viene...Jorge, el joven quiere subir
Mutis total. Pasa de largo. Se sube al camión. Le vale madres. Llega el checador del camión, se saludan, intercambian la tabla de salida. El checador se va.
- Jorgeeeee, el señor quiere subir....
- Pues que se suba.
- A ver, déme su boleto...y una pequeña revisión nada más.
10.52 P.M.
Finalmente de camino. Reclino el asiento. Respiro profundo. Me digo a mí mismo que, al salir más tarde, llegaría menos temprano a Guadalajara, lo cual convenía a mis planes. Mi compañero de asiento oye hip-hop en sus walkman de sonido surround. Me vale madres. Ya voy de camino. Tengo que concentrarme en quedarme dormido.
Zona de Ecatepec
El televisor del camión se enciende. De pronto, me doy cuenta que a nadie le habían dado siquiera unos putos cacahuates o una botella de agua. "Pinches codos", pensé, "los de primera plus te dan hasta sandwich...y los de ETN todo el chesco que quieras..." Ni pedo. Ya vamos de camino.
Cuál sería mi sorpresa cuando, tras unos breves segundos de pantalla de advertencia, el rostro inequívoco y demoniaco de MARTHA SAHAGUN aparece en la pantalla. Toma cerrada. Mucho maquillaje. Cara inclinada hacia un lado, en gesto de pietá griega, romana o guanajuatense (más bien lo último). Con toda la misericordia de la imagen, comienza de su dulce boca a brotar la voz inconfundible:
La pesadilla era ahora redonda, inconmensurable, perfecta. DE pronto, en mi mente resonó el parlamento del supervisor de la taquilla:
"Llegará a Guadalajara....Si DIOS quiere..."
¿Conque todo esto era obra del dios de los impíos? Del dios del yunque. Autobuses Zahagún. Autobuses Salinas Pliego. Autobuses Opus Dei. Autobuses Escrivá de Balaguer. Autobuses Me Cago en Dios, en todos los santos y en la puta Virgen que los parió uno a uno, antes habiéndolos engendrado en orgías celestiales con los cerdos que pastan en las nubes de Yahvé y Hnos.
En total fueron cerca de 35 minutos de ilustrativos temas, narrados todos a cuadro por Marta Zahagún, con su cara siempre inclinada en el mismo ángulo, sus ojos de misericordia y ESO NO ES TODO, entre tema y tema, intercalados sutilmente, con un gusto exponencial, disfrutamos también de cerca de 20 comerciales de ELEKTRA, Genomma Lab, PagoMax, Western Union y Vamos México. Colofón para el colofón. Una verdadera violación al alma pura del viajero guarro, prosaico, orgíastico y alguna vez comunista. Aunque pensándolo bien, podría ser una violación a destajo para casi cualquier mente que se jacte de funcionar.
Aprendí cómo tratar un miembro de la familia drogadicto (¿perdón, o era un "miembro drogadicto de la familia?"), cómo hablar de sexo con mis hijos, cómo tolerar a "esos" homosexuales, cómo siempre "ver hazia adelante y zuperar, zuperar todaz laz adverzidades, como ziempre lo ha hecho mi pueblo, el gran pueblo mexicano".
Aprendí que NUNCA JAMÁS habré de subirme otra vez a los autobuses en cuestión.
Y aprendí, sobre todo, que los autobuses viejos tienen problemas con la puerta del baño, que se abre en curvas y movimientos bruscos, despidiendo los vapores de todo el trayecto, y que el asiento 32, desgraciadamente, está demasiado, demasiado, demasiado cerca del baño, de las pantallas y del infierno.
Ahora estoy en Guadalajara, pero siento que ya estoy muerto.
Salud.
marzo 17, 2005
Springbreakers en Cancún o de nuestro gran país-burdel.
"¿Te vas a trabajar a Cancún? Qué chingón te la vas a pasar güey---"
La neta es que trabajar en playa, más si se trata de una producción, es algo de lo peor que te puede tocar. Hace un calor de la chingada, estás todo el tiempo viendo el mar, el sexo posible, las drogas nomás estirando tus deditos...pero TE TIENES QUE CHINGAR TRABAJANDO. Muy frustrante.
Si tienes algo de suerte, te salvará el aire acondicionado. Por las noches, solo duermes hasta el cansancio, si es que siquiera tienes tiempo de hacerlo.
Así estos últimos tres días. Trabajando en la producción del "V Foro por la Educación de los Pueblos", eventucho de poca monta financiado por el SNTE y evidentemente, por las huestes de la maestra Elba Esther. Todo un conglomerado de finísimas personas, la mayoría priístas apestosos que viven del presupuesto.
Tengo que admitir un chingo de cosas: No conocía Cancún, ni mucho menos el mar Caribe. Tampoco había estado tan cerca de los springbreakers (la televisión no cuenta, obviamente). Tampoco había conocido jamás una ciudad que ejemplificara mejor lo mucho que los gringos usan nuestro país como un puto burdel, un cagadero en primavera, y como a nuestros connacionales les fascina bajarse los chones en todos los sentidos, por un puñado de dólares.
Cancún está geográficamente hecho para ser lo que es: Una ciudad segregada donde ser mexicano es un pecado insalvable, o una condena a trabajar y servir a los turistas, mejor aún si son extranjeros.
Una barra hotelera de 10 kilómetros de largo, lejana cuando menos unos 6 kilómetros del centro de la ciudad es el punto de reunión de todos los clientes de este burdelillo. Los que ya conocen Cancún deben encontrar todo esto muy insulso, pero a mi me pareció verdaderamente shockeante el ver estas estructuras colosales, una tras otra, una tras otra, y pensar en los muchos miles de dólares que produce cada una CADA NOCHE, nada más por la renta de habitaciones, todo a costa del espeluznante azul del mar del que no son dueños, pero sí que se aprovechan.
Westin Regina, Hilton, Holiday Inn, Fiesta Americana, Meliá. Todas y cada una de las putas cadenas hoteleras del mundo se formaron en la barra de CAncún y contrataron a los lugareños o a los allegados para cumplimentar sus tareas más sucias. Todo sea por los empleos mal pagados que inflan las cifras del INEGI.
Desde luego que toda este grueso de pendejos que trabajan en estos lugares, se siente muy a gusto de hacerlo y hasta algunos tienen la jeta para recomendar que hagas lo mismo.
No mames cabrón, cualquier gringuita se apendeja y te la cojes hasta por los párpados. Y si no de perdida les sacas un billete a sus cuatitos.
Patético. Pues resulta que si no eres gringo, springbreaker o algo afín, la raza te trata peor que a la mierda. Los mexicanos te querrán chingar aun más, no sé si porque te dignaste a ir a su paraíso de la tranza o porque simplemente les caga que no traigas dólares o que no pienses picharles sus droguitas con tu propina. Verdaderamente mierderos.
Sin más cuento, los primeros días ni tiempo tuve de rozarme con esta escoria nacional que pulula en Cancún, gracias a que estaba poniéndome una chinga monumental. Pero la última noche, y más por insistencia del lider del proyecto que porque tuviera verdaderas ganas de salir del aire acondicionado, me dejé llevar a unos de esos REPUGNANTES lugares playeros que retacan los springbreakers: El Senior Frogs. Qué reverenda mamada.
De entrada, hay como 2 mexicanos en todo el lugar, aparte de los que sirven los tragos y los que limpian los baños. Ni siquiera el DJ es nacional. Y no es que sea precisamente patriota o que me importe dos pitos encontrarme con los connacionales, el pedo es lo que deriva de estar rodeado de gringos pendejos.
El springbreak consiste en ponerse hasta el culo, básicamente. Y una vez conseguido esto, hay que restregarle las nalgas o la pistola al de enfrente. Si eres vieja, y eres suficientemente pendeja, te puedes poner a bailar en las barras, para enseñarle el chocho a todos guarros hambrientos que la rodean y recibir chorros de aire a presión por debajo de tu faldita, entre tu chocho y tu alma, para que luego de eso te regalen un tequila de 5% agave por tu show. Ya si te empedaste mucho, probablemente te acostarán en la barra y te embarrarán las tetas de crema batida para buscar luego unas chicas que te las chupen (probablemente mal). Y si ya te dejaste hacer eso, harán lo mismo con tu chocho y con tu culo. El erotismo gringo en su máxima expresión.
Me sorprendió, de entrada, lo poco estimulante que encontré el espectáculo de la noche. Aunque las caucásicas estuviesen buenísimas - en general - y sus atuendos fueran, teóricamente, bastante calenturiantes, la mera verdad no me sentí ni mínimamente prendido por el asunto. Ni con los shows lésbicos, ni con las muchas chichis al aire, ni con nada de lo que vi en los antros de springbreak. Y aunque me puse suficientemente pedo como para que todo me valiera madres, no conseguí sentirme ni mínimamente divertido y/o caliente. Solo una pinchurrienta sensación de desazón frente al puto Cancún, que resultó bastante elemental y pendejete y del cual lo único rescatable es el puto azul de sus playas.
Confirmado que los gringos son una bola de pendejos cuya sexualidad juvenil simplemente lo corrobora. Confirmado que los mexicanos somos unos putos oportunistas que nos conformamos con ser el papel de baño de los que tienen el varo. Confirmado que las playas son al revés que las chavas: Mientras más vírgenes mejor.
Aunque piquen los mosquitos y el agua no cueste 80 varos por litro y tenga harta salmonela.
marzo 11, 2005
El día después.
De nadie más hubiera creído (o cuando menos escuchado) tan chinganetera aseveración:
- Juanito, tu post del "Día de la Mujer" es demasiado ñoño and therefore (luego entonces) te incrimina demasiado. Eres rudo en la forma pero ñoño en el fondo.
- Putísima madre (pensé y dije) ¿Te cae que es tan ñoño? Juro que cuando lo escribí anda tan pedo y tan "intenso" que hasta pensaba lo contrario.
Inútil discusión. Soy un condescendiente de mierda. Quedó claro.
Como respuesta a tal sensación de ser un pusilánime de mierda, he decidio escribir el presente post. Y como es probable que casi nadie lo leerá (o lo que es lo mismo, casi nadie lo tomará en serio) he decidido prescindir de la cortesía y hablar como si lo hiciera conmigo mismo. Chingue su madre el que se sienta ofendido.
Nota 1:
- Las mujeres no son esa eterna y pendeja dulzura infinita y somnífera que muchas veces me hacen creer que son. Por lo regular tienden a mentir, y lo hacen por razones regularmente más estúpidas que los hombres: "Ay, es que no quería lastimarte, por eso no te dije que me andaba tirando a tu alter-ego" (cámbiese alter-ego por lo que sea).
Nota 2:
- Normalmente les queda clara su "belleza". Incluso si ésta es incipiente o carece de los rasgos que pudieran hacerla "universal". Es decir, importa una chingada si tú consideras que son bellas hasta un punto "sublime". Importa una chingada, igualmente, si te dedicas a repetírselos día y noche. Ellas ya te estarán controlando para entonces. Igual que lo harán con cualquiera que se deje.
Nota 3:
- Salvo casos inmundamente excepcionales, a todas las mujeres les encanta el sexo igual o más que a ti. No te dejes apendejar por posturas "mustias" ni mucho menos por palabras "dóciles" y convincentes. En el momento en que alguien las haga sentir más deseadas que tú, escupirán en tu recuerdo y se irán tras de esa voluntad, aun si resulta ser ficticia o inventada.
Nota 4:
- El feminismo es una postura conveniente y normalmente "culturosa" (salve, Tijuana). Implica igualdad de derechos pero también una enorme desigualdad de obligaciones. Si te enamoras de una feminista lo más seguro es que:
a) te gusta que te domestiquen y no tienes salvación viable
Ó:
b) Te encantan las mujeres pederas y frente a ti hay un reto nada despreciable para convencer a la susodicha de chingarle igual que tú, ya que "no es igualdad, pero sí equilibrio".
Continuará, ad infinitum.
marzo 08, 2005
De mi débil mente viviendo el Día de la Mujer
Repito: No me enteré apenas hoy, pues esta celebración lleva ocurriendo al menos un par de años (si no es que más). Y tampoco quiero jactarme de que la celebro a tambor batiente. La mera verdad es que nunca le doy mucha importancia, por chovinista que eso suene.
Recuerdo que en los primeros años de esta celebración, para ser franco, pensaba que era una gran pendejada feministoide sin mucho sentido. Aclaro: no me queda duda de que la historia, hasta hace muy poco, era infinitamente falocéntrica. Está clarísimo que sólo aquellos que casualmente nacieron con pene en los pasados siglos, estaban autorizados a protagonizar o relatar todas aquellas cosas supuestamente trascendentales. Me disculpo (sin necesidad) por eso. Juro que no formé parte de tal segregación, pero de algún modo comprendo que nací teóricamente afortunado por el hecho de ser varón. Lamento todo lo pasado, aun si mi arrepentimiento significa poca cosa.
En fin, la cosa es que por algún tiempo pensé que el Día de la Mujer era una cosa absurda. Compartí, al igual que muchos varones pensantes o pendejos, la idea de que "si existía un día de la mujer, debía existir un día del hombre". Y dentro de mí hay algo que sigue peleando por esa idea, aun si ahora comprendo que muchas mujeres se enorgullecen, con mucha razón, del hecho de que exista un 8 de Marzo, y que además lo vivan dígnamente desde una perspectiva increíblemente lejana a la mía.
Es solo que desde hace algún tiempo, he pensado las cosas un poco más a fondo. Y aunque siga difiriendo sobre muchos puntos, hoy concedo el más importante: Las mujeres definitivamente han sido soslayadas, históricamente, a un papel aun más pusilánime que el de espectadoras incipientes. Y seguro que es loable venerar a las que sentaron las pautas que hoy tienen a las mujeres, en general, justo donde se encuentran hoy mismo: En el mismísimo centro de las discusiones. En la mismísima posibilidad de ser tan protagónicas como cualquier pinche o muy chingón pedazo de cabrón.
Bravo por las precursoras. Bravo por las que les han seguido pacientemente.
Hoy no voy a tocar a fondo las cosas dudosas que a diario veo en el feminismo. Sin importar si, supuestamente, los que blogueamos somos globali-seres asimilados como tales. Sin importar que, en teoría, los que leemos y hacemos blogs hayamos renunciado a los determinismos históricos para dar paso a esta supuesta categoría nueva y reluciente de seres "liberados" de nuestros contextos. Eso seguirá siendo materia de otros posts, mas no de éste.
Las mujeres, para mi, son algo que no se puede categorizar tan fácilmente. Generalizarlas es una absoluta pendejada, tan o más grande que la de generalizar a los varones. Lo cierto es que todas y cada una presentan rasgos irrepetibles, al igual que con los hombres, y que meterlas(os) en tal o cual "bolsita" resulta muy estúpido, más si se nos quiere definir a través del género.
Renunciaré hoy, aun si mañana me quiebro, a ese vicio machín y pendejo de querer encasillarlas y categorizarlas para poder entenderlas. Y lo único que espero es que, algún día, ellas puedan hacer lo mismo con nosotros. Aun si para eso faltan algunos cientos de años de equilibrio y evolución, será nuestro payback time.
Hablaré, antes de terminar, sólo y solamente de esas muchas cosas que muchas de ellas producen en mi. Es decir, de lo mucho que casi siempre las deseo y/o (perdón por el término burocrático) las admiro y hasta las amo. Hablaré de lo que disfruto verlas existir y no tener la más puta idea de lo que realmente se siente ser ellas. Hablaré de lo hermosas que suelen ser, incluso las que resultan "feas" a los ojos de la estética grecorromana y pendeja. Hablaré de lo inmenso que es el reto de seducirlas, y de lo poco apto que resulto cuando no miento histriónicamente, y soy el mismo y patético yo mismo. Hablaré de sus ojos, casi siempre ausentes y embriagantes, y que se nos clavan en el pecho cada vez que nos descuidamos. Hablaré de su compañía, hablaré de lo difícil que es hacerlas nuestras amigas sin realmente desearlas hasta la tragedia más Shakespeariana. Hablaré de la enorme diferencia que hay entre sus interpretaciones femeninosas y las nuestras mascuLERINosas. Hablaré de cómo somos finalmente divergentes pero a veces casualmente complementarios, y del dolor que nos produce, a todos, fracasar y rompernos por uno de esos largos ratos, que normalmente sentimos interminables y luego consideramos significativos y emblemáticos en nuestras pendejas vidas. Hablaré de cómo simplemente cojemos, o de como extrañamente a veces decimos "hacer el amor". Hablaré de lo solos que nos sentimos unos y otros en nuestras estúpidamente cómodas trincheras. En fin, hablaré de todo. Juro que lo haré cuando sepa al menos, qué decir. Cuando haya resuelto o renunciado al laberinto. Cuando entienda lo que soy yo mismo, para luego entender lo que son o han sido ellas: las mujeres más importantes de mi vida.
Y más aun, hablaré de las que siguen siendo mis amigas, a pesar de todo lo que posiblemente nos perdemos al no saber cómo podríamos germinar entre nosotros ese supuesto AMOR, y que poco nos importa, pues nos tenemos las unas a los otros.
Hablaré de eso, algún día.
marzo 04, 2005
What turns you on (Lo que te prende la mecha)
Haunting, familiar, yet I can’t seem to place it
Cannot find the candle of thought to light your name
Lifetimes are catching up with me
All these changes taking place,
I wish I’d seen the place
But no one’s ever taken me.
Hearts and thoughts they fade, fade away...
Hearts and thoughts they fade, fade away.
I swear I recognize your breath
Memories like fingerprints are slowly raising
Me you wouldn’t recall,
for I’m not my former
It’s hard when you’re stuck upon the shelf
I change by not changing at all
small town predicts my fate
Perhaps that’s what no one wants to see
I just want to scream...hello...
My God it’s been so long, never dreamed you’d return
But now here you are, and here I am
Hearts and thoughts they fade...away...
Hearts and thoughts they fade...away...
Hearts and thoughts they fade, fade away...
Hearts and thoughts they fade...away...
Hearts and thoughts they fade, fade away...
Hearts and thoughts they fade...
Eso, justo eso, eso mismo que nos enciende y nos apaga es lo que más ha cambiado desde que acabó el sobrevaluado siglo XX. Cada vez parecen más indescifrables nuestros mapas.
Resulta que ahora nuestro deseo, o bien, nuestro Deseo (pues no me refiero solamente a las feromonas, por desgracia) se parece cada día más a las cucarachas. Es cada día más y más ajeno a la simplicidad y por ende a todas esas cosas sencillas que pueden resultar deliciosas. Nuestro placer no responde más a una estimulación directa, para desgracia de cualquier otro ser comúnmente masturbatorio.
Nuestras aspiraciones, lo que verdaderamente nos excita, todos los laberintos conocidos y por conocer se han diversificado tanto tantísimo, que ahora son tan inmunes a cualquier climax como las mismísimas cucarachas lo son cada vez más a nuestros elaborados y evolutivos venenos.
No me atrevo a apuntalar las razones, no tengo la más puta idea de esos porqués. Pero es obvio que las consecuencias pesan y son reales. Ni yo, ni mucho menos las mujeres que casualmente conozco, seríamos capaces de renunciar al todo-que-nos-rodea con tal de creer en que el amor ha sido hallado. Son muchísimo más grandes, al menos en la fantasía, las posibilidades que encierra el universo de lo no-nuestro, que cualquier futuro que pudiera depararnos el que nos quedáramos al lado de un "otro" cualquiera, al cual invariablemente accederíamos a través de renunciar a los demás.
Puede sonar estúpidamente complejo, pero en realidad es muy simple. Tomar el camino "A" implica renunciar al camino "B". Y al "C" y al "D" y etcétera. Y evidentemente, el camino "A" propicia otras disyuntivas. Tras haberlo tomado, aparecen inocentemente otras posibilidades, llámense "Aa", "Ab" y "Ac". Pero eso no tiene la mayor importancia. Por lo regular nuestra mente redunda en la culpa resultante de haber renunciado a esas opciones primordiales. Y entonces es cuando perdemos el tiempo. Y estúpidamente otorgamos tiempo a las dudas más improductivas de nuestras vidas. Y que aquel que pueda jactarse de no haber perdido el tiempo en estas enormes pendejadas, tire la primera piedra.
Claro que tiene mucho que ver la estúpida cantidad de estímulos disponibles gracias a la realidad mediática que vivimos. Y del mismo modo resulta decisiva la omnipresencia de la que esa información goza dentro de nuestras vidas. El simple hecho de poder bloguear la situación, así como la innegable realidad de que nos limpiaremos el culo, tarde o temprano, con zigzagueantes texturas y "curativos" extractos de manzanilla, es la prueba más fehaciente de que estamos para siempre perdidos. Jamás podremos conformarnos con nada peor. Una vez cómodos es lo mismo que decir comodidad o muerte. Y esa será nuestra eterna esclavitud.