La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

noviembre 26, 2008

Divine awareness (Paradejas -paradojas pendejas- IV)

Pocas cosas hay menos ridículas que la desconfianza. Al menos no la desconfianza tajante: esa que nos encalla en un océano y mar de mentiritas. Desconfianza de las más fáciles: hola y adios. Y todo lo que hay in between es siempre -o casi siempre- prescindible.

Yo no me siento aterrorizado ante el amor. Es más: No tengo la más mínima idea de lo que "amor" significa. Confiésome ignorantísimo.

Y sin embargo (hay que decirlo), tampoco desprecio a los que tratan de entender -a secas- cualquier cosa. Es -sin duda alguna- su derecho más inalienable. Merecen entenderlo todo, as they wish, y lo merecen tanto como también están condenados al olvido.

No existe conteo que valga la pena: Uno, dos, tres: Todo acaba de la misma manera. Cuatro, cinco, seis: I will definitely die while fighting.


Silencio. Sepulcro de los nombres. Necedad de los adjetivos: Las nueve y media de la noche (a lo mucho). So who the fuck cares?


Vuelco tras vuelco, grito tras grito, debo confesar que me siento frágil. Y corroboro -sin temblor alguno- lo fácil que resulta repetir (para no recordar).

Todo lo que empieza, sí, tan sólo comienza a terminarse. De eso no hay duda alguna. De la decrepitud proveniente. De la terquedad del aquí y el ahora.

Lo que más quisiera es -sin quebranto alguno- cierta cosa que resulta poco importante.

Ya coexisten sístole y diástole.

Ya sobreviven todos juntos, sí, a pesar de los bostezos. Versos y perversos. Chuecos y huecos. Cuentos y lentos.

Yo nomás peco de silencio y peco de destino. Yo peco de alcachofa y de corazón malherido. Peco de pecar y peco de ser simio.

Y claro: peco de ganas que no son ganas. Y peco de palabras huecas tanto como peco de ser cuento de hadas. ¿Pecar? Pecar es una mamada.

Todos queremos muchas cosas.



Y todos -Léase: TODOS- nos conformamos con nada.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

«Pecar es una mamada», me da la idea de «vale madre» pero a mi me gusta el sexo oral. Dar y Recibir. En eso pensé. Debe ser la abstinencia. Je. Creo que la mayoría de las veces no uso ni entiendo esa palabra correctamente. Yo amé, pero me rompió el corazón y según yo tuvo que ver que no me conformé. Sentía pero también pensé. Creo que en el amor no debes razonar. Ahora sólo he pasado por enamoramientos fugaces, pierdo el interés muy rápido, porque sigo pensando, he de necesitar terapia. Ya sé, comentario tan vano, de un texto tan chido. Besos. V.

Loana dijo...

Y sigo siendo fan, de este y otros cachitos, como otra de tus fans mujeres fuertes, rocas, lindas. ¿Qué tienes en la sangre?

Y si no te conozco ¿para qué me levanto?
Todo empieza a terminarse.

Mierda, tanto desamparo, fragilidad o awareness en un solo lugar me da escalofríos, y ganas de levantarme.