Paco se murió. Así nomás. Me duele la cabeza, dijo, se fue a su casa, y dos semanas después muerto. Gone. Never to return. Fuímonos.
Paco no era mi amigo o mi enemigo. Paco era Paco. El gaycito simpático de las muchas pedas. El irish wanna be. El Paco gordito y lleno de vida. El que siempre quería más. El que siempre tenía algo que decir. Paquito detrás o delante de la barra. Paquito acosando a mi hermano. Paquito como todo un anfitrión de cierta casa que no era suya. Paquito ahogado y con su lousy english. Paquito forever.
Laura me dijo hoy, a pregunta mía, que Paquito se murió sin más hace dos semanas. Paquito se murió un 19 de septiembre, out of the blue, sin motivo, y así nomás. Apenas hace cuatro o cinco días fui al restaurante donde Paquito trabajaba o cuando menos lo aparentaba muy bien. Incluso me cuestioné, junto con mis compañeros de mesa, acerca de los haberes y los quehaceres de Paquito. ¿Dónde andará Paquito? ¿Qué estará haciendo que no está aquí?
Y es que vivimos por sentado. Tal como los políticos ostentan estúpidamente el poder cual si el mundo no estuviera condenado a la extinción y el olvido. Creemos que todo está y que todo permanecerá ahí, ahí mismo, al alcance de nuestros turbios dedos. Por siempre.
Y no. Pues no. Ps no. La realidad es distinta aunque se empeñe diariamente en maquillarse con nuestros antojos. La dualidad maniqueísta es tan real y tan simple como vivir o estar muerto. Participar de nuestras vidas o acomodarnos terminalmente en el recuerdo de quienes nos sobreviven. Paquito no tenía familia. Paquito no tenía muchos amigos. Paquito se marchó sin que nadie realmente llorara su desaparición o escribiera su historia. Paquito sólo vino y solo se fue.
Y, gringamente, makes you wonder. Te empuja a imaginar si todas tus pequeñas batallas y tus pequeños desprecios importan realmente un pito o dos. Te orilla , como todas las muertes que vives gracias o a pesar de que no son la tuya, a recapacitar sobre tus necedades y tus prejuicios. Te pone ahuevamente, en la posición en la que ni la política, ni la geopolítica, ni el amor y sus disfraces, ni el odio y sus motivos pueden importarte en lo más mínimo. Te reduce al cliché de quien se aturde ante la muerte y recapacita sobre su vida (como yo, ahora mismo). Te enlista, cuando menos momentáneamente, en las filas de los desesperados más llenos de esperanza. La muerte de cualquiera es un cruel espejo donde miramos cuán flamable y efímera resulta nuestra propia existencia, sólo para recapacitar, por cierto tiempo, en toda la energía que dedicamos a tantas cosas estúpidas y prescindibles que suelen llenar la copa de nuestros días. Y luego nos invade el terror.
Y aunque la charla se movió desde Paquito hasta muchas y muy constructivas ideas creativas, y aunque Paquito esté muerto y yo siga bien vivo, y aunque nada haya en mi vida que me dejase morir sonriente al día de hoy, he llegado a casa a lanzar y lanzarme al mismo tiempo este recordatorio: All things must pass (Harrison dixit). Y nunca se sabe cómo ni cuando.
Y por hoy, long death Paquito. Y a eternizar lo eternizable se ha dicho.
Salud, Paco.
La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.
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13 comentarios:
Indeed, absolutamente todo, todo pasa. Aunque quien sabe si convenga tenerlo presente, porque luego no se vive con la misma intensidad, ni la felicidad ni el dolor.
Lo siento por la muerte de tu amigo. Y lo siento más porque al parecer no dejó nada, como seguramente tampoco dejaría yo si me muero mañana. Odio pensar en eso.
Happy thoughts.
como dijo uno que no me acuerdo, pero que dijo muy bien: es ridículo ir subidos a algo que gira y atormentarse tanto.
Tranquilos con su Spanglish... che's mamones.
See you!
Hehehehe.
Va por Paco, que algo dejo, que todos algo dejamos. Alguna vez lei un libro chairo que entre lo unico rescatable fue esta frase: El hombre tiene tres muertes; 1 cuando renuncia a hacer lo que quiere y gusta, 2 cuando su cuerpo es guardado en una caja y bajo tierra, y la 3 cuando lo olvidan.
¿Y cómo sabes que nadie lo lloró?
oye, eres bueno contando historias tristes, casi me haces llorar...
ya en serio, ven a compartirlas con mis amigoas del kinder, te vas a lucir.
Mejor te comparto una mentada de madre, anominín falto de huevos.
¿De verdad no tienes nada mejor que hacer?
¡Gracias por compartirme tu mentada de madre!, así le puedo compartir un cachito de dicha mentada a Paquito.
Oye, ¿podrías ir a una reunión de mis amigos nalgas-miadas a explicarles que es un blogger de verdad? y de paso ¿cómo se puede distinguir de un teto?, por que yo no tengo la misma elocuencia que tu.
Y te felicito de nuevo "maese" chamiru "lord batiano" de loa jockeys.
No creas que me ofendes con tus insultitos de cuarta, ni riéndote de Paquito. Si no tienes el menor límite ético o estás TAAAAN ardido que eres capaz de guacarear cualquier cosa, pues es tu pedo. A mí sencillamente me vales verga.
Pero, por el bien del blog y para quitarte el ladrillito desde el que ya te nos estás mareando, pos a la verga con los anónimos por un ratito. Ahí te dejó el tagboard pa que te diviertas escupiendo pa arriba.
¡Nos vemos ardillita anónima!
joder xamiru qué pasiones levantas, y a saber qué más levantas...
bonito jueves.
ay, mama, soy paquito, no hare mas travesuras. pobre paco, y que extraño que desapareciera asi nomas. surgen muchas sospechas y todas tristes. al menos tiene una mencion un tu blog, que tanto me gusta y tan maravilloso es!!! ya vienes al kinder conmigo? anda!
antes de que haya muchos huguitos.
Ajajajaja. Casi no se nota que eres el mismo pendejo.
En fin, sigue haciendo el ridículo de ti mismo. Besitos!
Topico recurrente, 3 veces hoy, que enfermizo.
Y si, es de la verga enfrentarse a la propia mortalidad, no es lo mismo que se muera un anciano a alguien cercano y de tu edad y/o condicion, pone las cosas en perspectiva porque bien pudiera ser uno.
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