Apenas ayer me di cuenta. Y rápidamente caí en shock.
Llevo un gran montón de tiempo leyendo acerca del olvido. Leyendo sobre gente que quiere olvidar. Leyendo sobre otros que han olvidado lo que han olvidado. Leyendo la mayor de las incongruencias: palabras amontonadas que pretenden eternizar lo que ya han desechado.
En fin, puro y absurdo olvido.
Y nada más.
Y no es que todo comenzara con la idolatría que le profesé a Eternal Sunshine y a su director, y anexas. Ojalá fuera así de simple.
La revelación fue mucho mayor: Todos los libros que tengo sobre el buró. Todos los terrores particulares que he revivido. Toda la niebla. Todo lo que no se ve. Todo. Ya fuera Kafka, ya cualquier otro suspiro. Desde El Proceso hasta la amnesia. Todo hecho un recordatorio para olvidar. Todo vestido de crueldad y alojado en los dormitorios de la pesadumbre.
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Y luego vino el jazz. Mucho antes del verbo. Mucho después de la salvación. Solo y sencillamente jazz en absoluta dispersión. Apelmazado por azares. Sin rumbo. Entero. Mesiánico.
Y el jazz sonó, y junto a él la trompeta más dueña del olvido. Y yo le entregué mis restos. Me inhumé en él como si de verdad hubiera un yo, o unos restos, o una esperanza. Dejé caer mis brazos, a un lado de la peor de mis cobardías. Y entonces oré.
Y nunca antes había orado. Y no sé de dónde ni a dónde se fue toda esa fé.
Me lo sigo preguntando.
La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.
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1 comentario:
resulta que hace un momento él se molestó porque le dije: olvídalo... me contó que cada vez que digo eso, le hago sentir un idiota... luego se fue molesto y terminaremos el día así.. distantes...
no sé por qué no puedo decirle que olvídalo para mi no es tan grave.. que decir olvídalo es terminar algo que no tiene importancia....
hace muchos años, que he pretendido olvidar el dolor, dejar de recordar cada cosa en la vida que me ha pasado y me ha sacado más de una lágrima... y aún así él piensa que es un idiota...
a veces no comprendo bien a los hombres... especialmente a este.... también pienso que como dice silvio rodríguez, hoy no es día inteligente y no se ir más allá...
cómo llegué aquí? porque puse en el google la palabra para buscar: olvídalo, y di con esto...
te dejo una especie de poema que encontré también bajo este nombre, a ver si puedes hacer algo con él... sino.. olvídalo!
Olvídalo
Autora: Zenaida Bacardí de Argamasilla
Libro: Ramillete de Estrellas
Las resacas que dejaron las tormentas
de este año...¡Olvídalas!
Los pasos tambaleantes, los pasos retra-
sados, los pasos hacia atrás...¡Olvídalos!
Las veces que pasaste ignorada, inadvertida,
lastimada... ¡Olvídalas!
Los sueños consumidos, las ilusiones
hechas cenizas, los intentos hechos polvo y el
amor hecho recuerdo... ¡Olvídalos!
Las veces que latió tu corazón y nadie se dio
cuenta, que quisiste hacer y no te dejaron, que
abriste los ojos y te cerraron los párpados...
¡Olvídalas!
Las estrelladas apagadas, los días opacos, el
tiempo en blanco, la luna dividida y las horas de
cerrazón... ¡Olvídalas!
El manto de insignificancia, de masa, de
anonimato... de rutina... ¡Olvídalo!
Las espinas largas y hondas, los secretos
angustiosos y tristes, las piedras altas e insal-
vables... ¡Olvídalas!
Las semillas que se te quedaron dormidas,
los vuelos que se te quedaron a ras de tierra,
las rosas que se secaron antes de tiempo...
¡Olvídalas!
La cáscara de la semilla, el lucimiento de la
vanidad, la máscara del hombre y el ropaje de la
verdad... ¡Olvídalo!
No vivas hacia atrás. No comiences
recargado de sombras. No des la espalda a la luz.
No te reflejes en lo que pasaste. No te aferres al
mismo punto de partida. Párate en la proa de tu
barco, levanta de nuevo las velas, mira hacia lo
largo y lo ancho del mar... cuando te convenzas
de su inmensidad encontrarás otro camino, y
cuando mires al cielo parecerás gaviota que
apartándose de todo encuentra el camino, y va
dar a Dios.
Con el pasado aprendes, con el presente
renaces y con el futuro sueñas.
Vivir empezando, es la forma de llegar. Lo
demás... ¡Olvídalo!
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