La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

mayo 27, 2005

La cuenta, por favor.

Para J.

Pensar en esos ojos es someterse al delirio. Se puede contar unodostrés antes de hacerlo, o también se puede sencillamente pensarlos de golpe (esto, dicen algunas víctimas, puede ser peligroso). Cuento: unodostrés-- luego me lanzo al vacío. Cuento, unodostrés, y la imagen sirve, esta vez, para dormir mejor. Unodostrés: Almohadón de plumas esperando en el fondo del abismo.

Para pasar una cruda monumental, cuento, unodostrés, y al lado del colchón vacío el recuerdo de una noche de huídas incrementa mi dolor de cabeza, pero cuento, unodostrés, y se va. ¿Hasta dónde se puede correr sin llegar de pronto al mismo sitio? Tanto escapar me tiene más cautivo.

Nunca sé quién abandona a quién. Qué es primero, qué viene después. Evito pensarlo: cuento, unodostrés. No imaginar el final. No apresurarse. No tiene caso querer escapar. Es demasiado tarde: unodostrés. Llega la calma.

2 comentarios:

Hector dijo...

unodostrés y te salió

Muy buen post.

Lahetaira dijo...

undostrés y llega la calma.
que empiece todo, salga la luna, cambie el espacio y el mundo se nos transforme.

Besos.