La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

septiembre 28, 2006

Abominable esperanza

Esperanzarte por deporte. Pensar positivo. Seguir caminando. Ir "hacia adelante". "Superarse". "Ser mejores". Todo el repetitivo y minucioso bombardeo mediático que apunta hacia distraernos de lo realmente importante. El discurso ya anquilosado pero aún eficiente del optimismo automatizado. Mermelada para los enamorados. Jalea discursiva. Cuentos que se cuentan al oído de una mujer que te dejó hace tiempo, pero que sigues viviendo como si estuviera ahí.

Hace tiempo que no me someto a una dosis elevada de esperanza. Estoy cansado de los rebotes, de las caídas, de los cambios de piel que te dejan en medio del verano, con el corazón tosiendo arena y cansado de ti mismo y los demás. Estoy, creo, sumamente triste por algo que no logro definir. Hay días que le pongo un nombre, otros días ese rostro súbitamente se convierte en otro, otros días no tiene nombre, ni precio, ni fondo. Y están los días restantes, en los que caminar es más sencillo. Lubrico mi garganta por la noche, un poco de güisqui, un poco de besos, y otra esperanza, mucho menos deportiva y mucho más interminente es la que me inunda aunque me resista. Rey por un día es demasiado: rey por un minuto me consagra a sobrevivir la noche. A seguir peleándome con un yo asquerosamente esperanzado.

Pero como casi todas las drogas, la ligereza termina por generar tolerancia. Cada vez debe ser más rigurosa la dosis. Cada vez más fuertes los güisquis y los besos. Cada vez más salvaje la toma indiscriminada de cuerpos y de minutos monárquicos. Todo para no caer muerto. Todo mientras me como un pan con mermelada. Mientras estoy triste, también estoy feliz. El dilema del insaciable.

Septiembre se termina. Nueva York ya no me vio este año. La vida marcha bien así, desesperanzada durante el día, apetitosa por la noche. ¿Quién apostaría un centavo porque algo implacable suceda en mi vida antes de que termine el año?

Me urge viajar. Aunque sea en mi apartamento, je.

Nos vemos en Octubre.


Nota al calce: Por cierto, siempre he tenido una extraña asociación de colores con los meses. Esto es muy curioso, existe desde que tengo uso de razón y por algún motivo
es invariable y siempre tiñe lo que pienso en cada uno. Les comento mi delirio: ¿Alguien sufrirá del mismo mal? ¿Estaré más perturbado de lo que imagino?

Enero siempre es rojo. Rojo rojo rojo.
Febrero por algún motivo es verde. Un verde claro.
Marzo es algo naranjoso. Entre marrón y terracota.
Abril es un verde profundo.
Mayo es más como un rosa mexicano, pero aquí no hay, je.
Junio es definitivamente naranja.
Julio es aún más verde que abril.
Agosto es un azul marino medio raro.
Septiembre es cafesoso. Pero no este café, uno menos oscuro quizá.
Octubre es definitivamente negro.
Noviembre es algo envinado.
Diciembre es rojo. Menos brillante que Enero, pero rojo también.


Juro que esto no es un invento. Es más algo que me obsesiona cada año. Imagino que alguna vez, probablemente muy chavito, tuve un calendario con estos colores y que se me quedó tatuada esta pendejada en el subconsciente. Sepa la chingada.


12 comentarios:

Anónimo dijo...

Enero amarillo, Febrero azul marino, marzo naranja claro, abril rojo carmín, mayo azul cielo, junio rosa, julio verde claro, agosto naranja, septiembre blanco, octubre azul ultramar casi morado, noviembre verde obscuro, diciembre rojo rojo.
Creo que solo coincidimos en diciembre.

cosaensi dijo...

yo le puse colores a los días de la semana, rimbaud a las vocales.

Anónimo dijo...

este post estuvo medio churro...

de todos modos te mando un abrazo (todavía café)

Amiguiz dijo...

a mí me pasa con los días.

hugo dijo...

o sea que ya te fuitess? y la peda?

Anónimo dijo...

salud!!

Anónimo dijo...

Excelente post, increíble, si a mi me pasa lo mismo. ¿cuándo puedes ir a hablarles a mis amigos del kinder?
Eres asombroso, te idolatro, me encantas.
jajaja

Anónimo dijo...

jajaja, pinche hugo, ahora si me hiciste reir cabrón, a ver si el Xami tiene pa lidiar contigo o se intenta librar de ti con una de sus típicas explosiones neuróticas pseudo-intelectuales

(o no vaya a ser que te ponga una madriza marca Sánchez Villa).

Ágata Trementina dijo...

Nunca me lo había planteado, pero hoy comienzo a trabajar la gama cromática del año. Me encanta que agosto, el mes en que nació la Mar sea azul.
Beso

Anónimo dijo...

uyuyuy you've been very productive these days...good good

nimais, viajar es pa los viajeros. pero no para las carreteras. tu eliges cual quieres ser.

por cierto, si así percibes los meses, me pregunto ´si le asignarás un color a las demás cosas. en fin, ahora estoy blue. (chale, qué mal mal mal chistorín, no estoy blue, estoy pendeja)

Pinky dijo...

Que niño mas analitico!
Enero blanco, Febrero vino, Marzo verde, Abril rosa pastel, Mayo amarillo, Junio azul marino, Julio moradon clarito lila pues!, Agosto naranja, Septiembre Azul cielo, Octubre cafe, Noviembre negro, Diciembre azul rey....
mmmmm muchas tonalidades de azul...

Pinky dijo...

Tambien creo que el dolor es adictivo, y sobre todo si es por amor, ese dolorcito sabroso que quema es esofago, pero a la vez se disfruta y solo esas, las lagrimas de amor son dulces...
y claro tambien es progresiva la tolerancia al dolor por amor a alguien.
Viajar?....que es eso? Ja.