La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

septiembre 12, 2008

Días fallidos

"Ad absurdum nemo tene" (Nadie está obligado a realizar lo imposible, ja)

Si pudiera observar alguna ley distinta a la de mi psicosis, esta tendría que ser la Ley de Murphy. ¿Por qué? Porque es la única que considero certera e implacable. Y peor aún: Si uno resulta ser tan obsesivo-compulsivo como el que aquí escribe, entonces la Ley de Murphy se convierte en materia de estudio: ¿Qué tal si hubiera tomado otros cinco segundos en abrocharme las agujetas? ¿Qué tal si mi avión de antier no hubiese sido cancelado y entonces la historia fuera otra? Muy fácil: si las circunstancias no fueran circunstancias, yo no sería yo. Y luego entonces, tampoco me habría pasado lo que me pasó. --BEEEEEEEEP-- Error craso y tremebundo: pues es precisamente esa miscelánea convergencia de pequeños errores la que provoca lo que "los expertos" denominan como "actos fallidos".

No repararé en los incontables porqués de mis propios actos fallidos. No. Este es un post autoindulgente, autocomplaciente y sobre todo, autorizado por mi neurosis. Hoy, un ONCE de SEPTIEMBRE (bueno, ayer, sí, bah) este conglomerado de diminutos apocalípsises (sic) redundó en que mi puto día se compusiera de un acto fallido tras otro. Ergo, un día fallido. O como se diría en náhuatl.... ::::::::::: blank:::::::::::::: (se me olvidó), es uno de esos días malditos en lo que mejor es no salir de casa.

Tampoco me voy a poner a enumerar cada pendejada de las que ocurrieron (hice) hoy. Ni mucho menos me tomaré en serio esa comparación que hace un rato le hacía en broma a un par de muy queridos amigos que he vuelto a ver luego de años de distancia. No, la mera neta,ni los 3500 muertos de las putas torres gemelas, ni los cientos de miles de muertos y exiliados del golpe pinochetista podrían compararse en un terreno sensato con el hecho de que -olvidando mi metódico proceder a la hora de trasladarme en la ciudad- hoy haya dejado mi precioso y usado celular en el taxi de algún hijo de puta que lo apagó a la media hora de haber cometido semejante estupidez. Ni tampoco todo lo demás: no tener internet en casa, no llevar los cd's correctos a cierta chamba, no circular por las mejores vialidades, etcétera (etceterísima, me cae).

Pero como ya lo dije hace varios años: Cortadita de papel, snif. Me duele más el hecho de que ese hijo de puta me haya dejado sin los audios inéditos de 4 entrevistas a directores de cine consagrados, que los milpiterremil muertos de la historia latinoamericana. Y bueno, chavo (me digo a mí mismo), tú nomás perdiste un pinche artefacto que POR PENDEJO, no respaldaste debidamente y que ahora te cuesta no escribir un par de artículos chingones. Pero tampoco es como si te hubieras muerto en un edificio de cientoytantos pisos por los huevos de la CIA, o te hubiesen dejado en un estadio un mes sin tragar para luego nomás fusilarte o echarte al océano pacífico. Y entonces, pacífico, me calmo yo solito. Chingada madre.


Pensaba contestar olímpicamente un gran y muy bien argumentado comentario en el post que puse de la marcha light, e incluso contextualizarlo con los recientes arrestos policiacos, o incluso el asqueroso partido de fútbol de anoche. Pero no lo haré. Hoy nomás estoy emputado por estar pendejo, y estoy también pendejo por andar emputado. Entonces, sabiamente, me retiro a trabajar en mi recientísimo trabajo en lugar de chillotear por mis pendejadas Murphiescas. Bienvenido a la frustración, chavo (me digo también). Ahora se trata de subir la colina, nuevamente.

Seguro que mañana es un día mejor. Sí, me uniré a los optimistas, o a los alpinistas, o vaya usté a saber a qué chingados.



Y para cerrar, qué mejor colofón (argh, qué asquerosa palabra) que la última foto salvada de mi extinto K790. Un hermosísimo "bar de la salud" en la colonia Buenos Aires. Pinche Karma.


Así que vayan y digan...

Salud (y ya).

5 comentarios:

Just Alma dijo...

Verdaderamente te llovió. Pero sí qué pendejada. Yo también en el cine, pedió mi papá el celular extra wow que le regalé de cumpleaños, de esos que todo mundo quiere y casi nadie compra. De esos así con mil funciones, estilo "yo soy más que empresario, soy el dueño". Y por el cual pagué más de lo debido. Sí ése mismo, se le cayó a mi papá en el cine y en lo que salíamos de la función y que no se sintió el bulto en la cintura, y se regresó a buscarlo, y que no estaba, y que marco a tan solo unos minutos de lo sucedido. Y qué creen? Ya se saben la historia. Yo y mi padre mentando madre y diciendo: pinche gente lacra!!!! Ya apagaron el celular!!!
Ya no se puede confiar.

Mejórate en estos días. Se equilibrará el mal incidente con algo bueno, así siempre pasa. O se mejora la cosa con algo soprendente o tan solo fue el anuncio de que te empezará a llover.

Besos y un cálido abrazo.

Ciao.

Karina dijo...

11 de septiembre...

Sí, ese mismo día me encontré pensando en que la Ley de Murphy operó en varias cosas que me pasaron a lo largo de todo ese día...

Ahora creo que no es Murphy... La historia demuestra que es el 11 de septiembre...

O somos nosotros. Que somos pendejos.

Anónimo dijo...

Como me hiciste reir!!! Tu y tu contextualidad rigurosa (a no confundir con la toma de tangentes, verdá???)

jajajajajaja

ps: Que buen 15 de septiembre!!! Gracias por la imitacion de Gerrrrrrt!!

Profana dijo...

Híjole. Entiendo la molestia.


Si bien el celular es un juguetito que nos cuesta una buena cantidad de dinero, también es cierto que se ha convertido en una extensión de nuestra personalidad y de nuestra memoria.

Yo recuerdo que antes de tener uno, sabía de memoria los teléfonos de varios amigos. Ahora se el de mi casa y mi número de celular nomás por no dejar!

- Sánchez Villa - dijo...

Iba a sugerir un pleito cibernético de proporciones épicas para ver si tu blog y el mío agarraban un poco más de carrera, pero ya ni escribes.

¡Bah!

Saludos.