La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

septiembre 28, 2006

Abominable esperanza

Esperanzarte por deporte. Pensar positivo. Seguir caminando. Ir "hacia adelante". "Superarse". "Ser mejores". Todo el repetitivo y minucioso bombardeo mediático que apunta hacia distraernos de lo realmente importante. El discurso ya anquilosado pero aún eficiente del optimismo automatizado. Mermelada para los enamorados. Jalea discursiva. Cuentos que se cuentan al oído de una mujer que te dejó hace tiempo, pero que sigues viviendo como si estuviera ahí.

Hace tiempo que no me someto a una dosis elevada de esperanza. Estoy cansado de los rebotes, de las caídas, de los cambios de piel que te dejan en medio del verano, con el corazón tosiendo arena y cansado de ti mismo y los demás. Estoy, creo, sumamente triste por algo que no logro definir. Hay días que le pongo un nombre, otros días ese rostro súbitamente se convierte en otro, otros días no tiene nombre, ni precio, ni fondo. Y están los días restantes, en los que caminar es más sencillo. Lubrico mi garganta por la noche, un poco de güisqui, un poco de besos, y otra esperanza, mucho menos deportiva y mucho más interminente es la que me inunda aunque me resista. Rey por un día es demasiado: rey por un minuto me consagra a sobrevivir la noche. A seguir peleándome con un yo asquerosamente esperanzado.

Pero como casi todas las drogas, la ligereza termina por generar tolerancia. Cada vez debe ser más rigurosa la dosis. Cada vez más fuertes los güisquis y los besos. Cada vez más salvaje la toma indiscriminada de cuerpos y de minutos monárquicos. Todo para no caer muerto. Todo mientras me como un pan con mermelada. Mientras estoy triste, también estoy feliz. El dilema del insaciable.

Septiembre se termina. Nueva York ya no me vio este año. La vida marcha bien así, desesperanzada durante el día, apetitosa por la noche. ¿Quién apostaría un centavo porque algo implacable suceda en mi vida antes de que termine el año?

Me urge viajar. Aunque sea en mi apartamento, je.

Nos vemos en Octubre.


Nota al calce: Por cierto, siempre he tenido una extraña asociación de colores con los meses. Esto es muy curioso, existe desde que tengo uso de razón y por algún motivo
es invariable y siempre tiñe lo que pienso en cada uno. Les comento mi delirio: ¿Alguien sufrirá del mismo mal? ¿Estaré más perturbado de lo que imagino?

Enero siempre es rojo. Rojo rojo rojo.
Febrero por algún motivo es verde. Un verde claro.
Marzo es algo naranjoso. Entre marrón y terracota.
Abril es un verde profundo.
Mayo es más como un rosa mexicano, pero aquí no hay, je.
Junio es definitivamente naranja.
Julio es aún más verde que abril.
Agosto es un azul marino medio raro.
Septiembre es cafesoso. Pero no este café, uno menos oscuro quizá.
Octubre es definitivamente negro.
Noviembre es algo envinado.
Diciembre es rojo. Menos brillante que Enero, pero rojo también.


Juro que esto no es un invento. Es más algo que me obsesiona cada año. Imagino que alguna vez, probablemente muy chavito, tuve un calendario con estos colores y que se me quedó tatuada esta pendejada en el subconsciente. Sepa la chingada.


septiembre 25, 2006

Vazquez Raña me la pela

Este fin de semana fue silencioso y sin mucho chiste. Mi madre tuvo un accidente medio rudo en el brazo y hubo que llevarla de emergencia a uno de los maravillosos hospitales privados de nuestro país.

Por obra y gracia de la política nacional, somos un país en el que el seguro social está restringido básicamente a la burocracia estatal y a unos cuantos que gozamos de la prestación pero que nunca solemos utilizarla. Sin embargo, todos aquellos trabajadores independientes, estudiantes, gente no productiva, ancianos, pobres e incluso algunos empresarios, tienen que buscarse la medicina entre hospitales privados, consultorios y chamanes. Tal fue el caso de este fin de semana, en el que, dada la premura y la hora de la noche, lo más cómodo para quienes estaban con "la paciente" (como el argot médico sugiere que se les trate) era llevarla al hospital más cercano, ergo, uno de los muchos que maneja el multipremiado Grupo Hospitalario Ángeles, propiedad de los Vázquez Raña, entre otros socios funestos y con fuerte olor a sinarquismo, Opus Dei, y otra benevolencias de la iglesia católica.


He aquí el saldo de la noche:

Entrada al área de urgencias: módicos 300 dólares con MasterGarch

Tiempo para que los médicos sugirieran el siguiente paso: 45 minutos en tu gran hospital del primer mundo (sin nadie a quién atender, nadie quien atienda y nadie que sepa darte la mínima información fidedigna)

Tiempo para comenzarse a quejar: Cada 10 minutos, aumentando el tono y el tipo de reclamo de acuerdo a la cara del imbécil en turno.

Tiempo para recibir atención luego de la queja: 2 minutos, ya que se percatan de que no te gusta quedarte calladito como pendejo.

Sugerencia inmediata del personal (enfermeros y pasantes): "Deje usted 1,500 dólares de depósito por la estancia de esta noche. Luego la cuenta aumentará o disminuirá, no lo sabemos"

Reacción evidente: ¿Cómo demonios no lo saben, pueden traer a alguien que sepa?": Esteeee, hmmm...sí...espéreme tantito....(otros 45 minutos con la consiguiente queja)

Respuesta de la "supervisora de guardia" (otra enfermera): Estee...pues es que...es política...pero no se preocupe...le avisamos mañana que se acaben los 1500 dólares....

Segunda preguntada obligada: "¿No le parece ligeramente exagerado, si el costo de la habitación son 200 dólares, cobrar otros 1300 por vendajes y "supervisión de 12 a 16 horas"? ¿Me puede decir qué cubren exactamente mis 1500 dólares?"

Reacción que se repite: Mutis total. Cara de estúpida. Respuesta automática: "Es la política..."



¿Qué no tendría que haber alguien que explique la razón de ser de las políticas? ¿Por qué vivir rodeados de autómatas que sólo se "ajustan" a la política y te la aplican sin pudor? México, querido México. País del obediente y el servil que no sabe por qué obedece ni por qué es servil.

Acto seguido:

"Señorita, voy a dar de alta a la paciente. Déme la cuenta de lo que lleva hasta ahora...(por tres vendajes y 6 horas de espera, además de dos analgésicos intramusculares y...un pésimo servicio)..."

La cuenta: 256 dólares con tu MasterGarch.

La paciente sube al auto con los otros acompañantes. Me quedo junto con un amigo a resolver los dineros. La paciente se va. Entramos al mostrador...

"A ver joven...ésta es su cuenta final...son 410 dólares (con su MasterGarch)..."

Reacción Natural: ¿Pero a quién creen que le están tomando el pelo? ¿Hace 15 minutos me dijeron 256 y ahora son 410? ¿Me puede dar un desglose bien detallado?

Desglose detallado: Los otros 160 dólares eran por "uso de cubículo ---el mismo que usaba desde hacía 4 horas--- y por, no miento, "uso de aire..."


Y aquí viene la gran pelada que me tuvo que dar Vázquez Raña:

"Señor (de la caja), esto es inaudito. Estos cargos se generaron cuando llegó y en la cuenta de hace 15 minutos no aparecían. Esto es un abuso y no pienso cubrir estas ridiculeces, menos después del pésimo servicio que nos han dado..."

- Pues lo sentimos señor, tiene que pagar. A ver...¿cuál es el nombre de su paciente?

- ¿De quién?

- De su paciente, señor

- ¿Cuál paciente señor?...yo no he ingresado a ningún paciente personalmente. Yo no tengo pacientes ni he firmado documento alguno...

- P-pero usted entró con la paciente al cubículo hace rato...

- Ah, sí, es que soy su guía espiritual. Venía a rezar con ella.

- (Ojos perplejos)

- Bueno. ¿Me puede decir si va a quitarme esos cargos ridículos de la cuenta que -amablemente y sin obligación legal- estoy por pagarle a mi pupila espiritual?

- A ver, espéreme. (llamada telefónica: ¿Sí? ¿Sí? ¿No? ¿No? Ok) Pues que tiene que pagar "aunque sean 340 dólares...".

- (Carcajadas). Yo no TENGO que pagar nada. No me obliga ningún documento ni tienen manera de probar que yo tengo nada que ver con la paciente. Y menos cuando ya se fue. Así que o me cobran los 256 dólares o me indican si van a impedir mi "derecho al libre tránsito como si fueran unos perredistas de reforma cualquiera..." (MUAJAJAJAJA, cómo me reí por dentro al repetir esta frase en un hospital panista, en una colonia panista, en un país panista).

- Ehm...no señor, pues no podemos tocarlos. (Para esto había cuatro guardias con sus macanitas en mano, esperando la señal que nunca llegaría, y que se acercaron ante el escándalo que les armé a estos miserables a las 3 de la mañana)

- Vale. Pues yo quise amablemente pagar y no me dejaron. Así que con su permiso. Vámonos, carnal.



Y en cámara lenta, felizmente, Vázquez Raña y su hospital de mierda me la pelaron. Soy 410 dólares menos infeliz y kilómetros más cierto de que los sistemas de salud y seguridad social de este país son patéticos y que van, además, en picada. Un sistema de seguridad social accesible a todo el mundo, como el que hay en España, como el que -incluso- existe en Cuba, como el que encuentras en Canadá, como el que en toda Europa es modelo de atención y primermundismo, debería ser prerrogativa y prioridad del Estado mexicano. Pero no: Aquí urge que el IMSS quiebre, aquí te venden un "seguro popular" que es un engaño. Aquí los Cardenales protegen pederastas y los presidentes electos se dedican a ver quién les ofrece dinero por los energéticos.

Pero eso sí: todos los "clasemiederos" ya tienen su crédito "pa su cochecito". País de migajeros. País de conformistas. Bah. De cualquier manera:



Cogidón al sistema privado de salud y sus esbirros: PRICELESS!




Y no digo "salud" porque, como ven, cuesta mucho.

Hasta otra.

septiembre 22, 2006

Aterrizaje forzoso (II)

Vengo aterrizando de la noche y, como siempre, este es un momento en el que siento unas ganas terribles de postear. Curiosamente, los "mejores" posts -de acuerdo a los comentarios, ya por cantidad, ya por calidad- son los que fabrico entre tiempos, a las dos de la tarde y cuando más aburrido e incapaz de escribir me siento. Pero no, cosa curiosa, resultan ser los que más ganas tengo de hacer. Por el contrario: Esos vespertinos salen sin ganas, como si nada, como si estuvieran allí, esperando a ser escupidos. Y es curioso, y es nefasto, pero, finalmente, es más curioso que cualquier cosa. Los de la noche son los que más me causan roña y los que menos le importan a todo el mundo.

***

El evento estuvo bastante bien. Quitando el hecho de que anduve tenso todo el rato, yendo de aquí para allá, cansado y pidiendo explicaciones en todo momento, el evento estuvo magnífico. De las 6 u 8 u 80 personas que invité, sólo fueron quién sabe. A lo mucho recuerdo dos o tres que verdaderamente llegaron porque me tomé la molestia de incluirlas en esas listas que me cagan (listas de invitados), pero que acaban siendo parte de mi trabajo y de lo que tengo que hacer, así que ni modo.

***
Y aún así, aún si vengo regresando de la casa del amor de mi vida, el más entrañable, el que sigue siendo y que me hago pendejo pa no constatar, me siento solo. Y me siento solo porque el amor de mi vida se queja de que en todas las veces que me quedo en su casa, desde que ya no estamos juntos, "no reparo en hacerle nada, aunque se desnude junto a mí y me haga aspavientos". ¿Pero qué chingados piensan ciertas mujeres? Cuando uno debiera ser salvaje, se porta manso y predecible. Cuando tendría que ser predecible y sosiego, se pone alocado y horrible. Cuando uno mejor hubiera de irse a dormir, resulta que se queda y argumenta durante horas toda una serie de cosas que no tienen resolución ni respuesta. Menuda paradoja.

***
Y por si fuera poco, están los extraños celos que uno siente de lo que no debiera. Una boca amiga que por ahí anda enamorándose sin recelo, puede, a todo esto, causar semjantes distracciones como para no ponerle atención a nada. Al punto de monitorear la boca de alguien que es deleitable y maravillosa pero que, sin pedos, jamás ha prometido ni significado nada más allá de unos besos fortuitos que no se te quitan de la memoria. Ahhhh, helo aquí: esa es mi jodida condición de hombre que no sabe olvidar o tomar ninguna cosa a la ligera. Es decir, he aquí mi pedo y el de nadie más.

***
Claro que de pronto estuvo esa rubia sorpresiva. La misma que durante semanas había estado buscando un momento para subirse al cuadrilátero conmigo, y hablar entonces de todas nuestras ganas de ser terroristas impúdicos. Y ella sí que fue la salvación, al menos mientras estuvo. Esa clase de gente con la que las palabras y las ideas sencillamente te brotan desde las fauces y junto a las que no te sientes incorrecto. Esas coincidencias que aparecen sólo para estar demolidas por su día anterior, y resueltas a decirte: "Volvamos a hablar pronto, fue fantástico", pero que mientras te recetan sus inevitables ganas de dormir, y te dejan con las mismas tribulaciones de las que ya te habían salvado.

***
Pero bueh. Bueno. Una noche de absoluto delirio y que terminó relativamente temprano. Una noche de señales de humo, una noche de "almenares". Traducción: una noche de fogatas que se encienden en la cima de las montañas, y que dan cuenta a los ejércitos de que la guerra se aproxima y de que hay que estar al tanto (léase el Señor de los Anillos, pues, pa los que se quedaron con dudas).

***
Y cada almenara resulta encender un foco rojo en mi vida: ¿Cómo puedo tener tantas amigas tan hermosas, tantas exmujeres tan cercanas, tantas hermanas por obligación? ¿Seré acaso un hombre tan amable como desconfiable? ¿Estaré tan equivocado al no despreciar a mis antiguos amores como para que ahora no me resulte ninguno?

***
Yo tengo que pecar de ególatra, al menos por un instante, y saberme un hombre maravilloso y lleno de historias que sólo esperan una destinataria verdadera. Tengo que olvidar el miedo de los hombres hormiga, y entonces pararme en mis defectos para estar seguro de que lo que llevo bajo el brazo es único y maravilloso. Tengo que hacerlo porque renegar de ello sería retroceder y devolverme al miedo que hace mucho que dejó de surtir efecto en mis ganas y mis voluntades. Tengo que hacerlo porque estoy seguro de que mi piel y mi persona se doblan por muchos lugares, y de que soy tan enclenque como enclenque me comporte. Pero entonces no. No más. Maldigo al enclenque y me perfilo hacia quien me hace tanta falta. Y lo hago. Infructuosamente, hasta ahora. Pero lo hago, y persisto. (You are what you love, not what loves you).

***
Comprendo que a pocos les interesen este tipo de cosas que escribo en mis aterrizajes. Comprendo que resulten crípticas, indescifrables, aburridas, soberbias, insulsas y prescindibles. Lo comprendo. Lo asumo. No espero que nadie diga nada: sólo las vocifero porque me hace falta. Porque también para eso está el blog: para ser el pañuelo, la plañidera, la llorona de mis desgracias. Y lo agradezco. Agradezco a quien dice y a quien no dice y auiqne no encuentra nada bueno qué decir. Me agradezco a mí, porque así me levanto más despejado y menos en drama. Sencillo. Concreto. Reconvencido de mis ganas de amar pronto a alguien a quien ser amado le haga falta.

***

Y salud. Pues eso está a punto de pasar. Porque a punto está de ser ese delicioso mañana.


Y mañana, aunque no queramos, nos vemos.

septiembre 21, 2006

Cosas Insulsas (III)

1.- Creo que, contrario a mi extraña política estética que enmudece frente a las morochas y otras variedades de tonalidad oscura, estoy comenzando a tener un estúpido fanatismo por la rubia favorita de Woody Allen, la señorita Scarlett Johansson...¿Cómo puede ser que tenga 21 años, esté tan pero tan guapa y además, hable como si tuviera 35? Demonios. Debí haberme hecho más cuate de Diego Luna. Al menos tendría chance de cargarle su equipaje alguna vez a la Johansson, ja.




2.- Me temo que, de todos modos, esa venezolana que tiene los ojos verdes más hipnotizantes que haya visto jamás, y que anda rondando por acá, debería seguir como una opción importante. No creo que Scarlette se dé una vuelta por la Universidad en unos, hmm, 20 años. O que yo siga aquí. O que...me pele, ja. Y pues ... quien más me interesa anda en trámites existenciales. Y yo un poco cansado del sexo superfluo y las historias sin chiste. Snif. Qué nos queda.


3.- ¿Qué pedo con el radio? Hoy escuché un programa matutino, mientras un taxista me contaba lo horribles que eran los tatuajes y que seguro todos los tatuados eran exconvictos y que hay que ser positivo y que felipecalderón y su puta madre...para no pelarlo mucho, puse atención en el radio. Primero, Julietita Venegas convertida en versión banda michoacana. Me cae que si tus rolas las tocan en versión banda, ya es señal de que chingaste a tu madre como alguien respetable. (No que me moleste la banda, pero es como para oir las de juanga o alguna otra mierda por el estilo, con ochenta chupes encima, en algún pueblo donde valga la pena reventar con eso). En fin, el locutor, además de recetar esa mierda, CANTABA ENCIMA DE LA ROLA, o hacía comentarios chistosisarcásticos en cada estrofa. Tiene pedos él y más pedos la gente que lo escuche.


4.- Hoy habrá gran reventón en la Universidad. Se inaugura el festival de cine documental. Interesados llamarme.


5.- Quiero una chela.


6.- Voy por ella.


7.- Nos leemos luego.

septiembre 19, 2006

21 años después

In memoriam, otra vez, de Italo Calvino.
Siempre he tenido la pacheca idea de que el terremoto fue provocado por su muerte, un 19 de Septiembre de 1985.



Recuerdo la ventanas que crujían y yo, que ya desde entonces sufría para despertarme temprano, pensando que granizaba, o pensando que mis orejas eran las que crujían y que no pasaba nada. En el marco de la puerta, mi madre, la nana, los gritos. Gritos y una sensación de mareo que no he vuelto a percibir. Y luego la imposibilidad de llegar hasta los brazos de ambas. El edificio, en un bailoteo impúdico, me echaba de vuelta a la cama, como consagrando por el resto de mi vida lo dificultoso que me resultaría siempre salir de ella por las mañanas, tempranito, aun si la tierra estuviese tosiendo y la ciudades desmoronándose en cada espasmo.

Es uno de mis recuerdos más frescos de la infancia. La angustia, el terror de mi madre, las puertas chillando y luego la calma. El edificio de la colonia Nápoles estaba intacto, salvo por unos cuantos vidrios y todas las almas que le habitaban, en franca zozobra, en el terror que sólo hace 21 años se podía sentir ante la incomunicación, ante la catástrofe inevitable, ante un México que se venía abajo, otra vez.

México sí se vino abajo ese día, como el sistema electoral lo haría tres años después, o como la ciudad lo estaría casi por diez años, con sus edificios desmoronados por toda la colonia Roma, o el olor a podredumbre humana en muchas esquinas. La gente y los medios han hablado durante años de la solidaridad que surgió entre las personas, y sí, en efecto, mucha gente se volcó a la calle a recoger lo que su gobierno era incapaz de siquiera desempolvar. Las calles, la gente, los niños. Los damnificados, muchos que lo siguieron siendo hasta la fecha. Los desposeídos, muchos que lo siguen siendo hasta hoy. Los muertos sin contar, y Don Miguel de la Madrid, tan impávido como siempre, temblando con su cigarrito en la mano, en el televisor, frente a la más despavorida tragedia que este país había vivido en muchos años. México se ha venido abajo muchas veces. México quedó bajo tierra, ese día. Y lo que sobre él se edificó fue, ante todo, un bello cuento para que los más ingenuos se lo comieran sin reparo.

El Mundial de Fútbol de 1986 fue el mejor paliativo que un gobierno en decadencia pudo haber ideado. Pescar esa copa emergente, renegada por alguna otra república bananera (creo que Paraguay), fue la salvación mediática de Miguelito y sus cuates. Prepararon el terreno para lo que sería, hasta hace poco, uno de los fraudes y una de las traiciones a la democracia más descaradas de la historia de México. Un país siempre silente, siempre chingándote quedito, siempre sin guerra, siempre sin verdaderos conflictos, salvo cuando la tierra cruje y se lleva a los olvidados por entre las fauces. Un país que desde entonces gobernarían los usureros de la desgracia. Los que se hacen ricos a costa de los demás porque, además de ser mezquinos y perversos despojados de toda culpa, son incompetentes. Y no saben siquiera aplicar un modelo económico de mercado que no suponga el pisoteo de los ignorantes y los esclavizados por su condición social.

México tiene 21 años más luego de su última petit morte. 21 años en donde ha perfeccionado sus falacias y en los que ha hecho creer a una ingenua minoría, muy ruidosa eso sí, que somos un país de valores y un país de paz y un país de oh-santo-papa-Juan-Pablo-Segundo. Un país al que el santo polaco vino tres veces más después del 85, y una cuarta en calidad de uva pasa, sólo para mover de nuevo la maquinaria de la mentira y tener tiempo aire con el que untar la mente de los más susceptibles. México, un país podrido en sus entrañas, un país sin verdaderas raíces, un país que se cree azteca y no lo es, que se quiere sentir criollo y no lo es, que no puede ser indígena y por consecuencia no lo es. México, una república de cuentos, un desierto de esperanza, un pozo envenenado: México.

Un país de paisajes muy bellos y mujeres con talles esbeltos y ojos de ónix. Un país de bigotes y de sombreros, un país de vueltas de tuerca, un país de mamarrachos.

Una contradicción, un país de ambigüedad. Un país donde crujió la tierra, y se nos fue la verdad.


septiembre 14, 2006

Imaginería Nacional (O de cómo el narcogobierno pederasta es mejor que un viraje a la izquierda...)

Hoy, el PRI, el PAN y el Verde Oportunista bloquearon en el congreso una iniciativa para indagar la red de pederastía, corrupción y abuso de poder de la cual hemos conocido por gente como Lidia Cacho (por cierto, tiene un nombre harto tan alburero como guapa es la señora) y que involucra ya a prominentes figuras del prianismo nacional.

Maravilloso comienzo de legislatura. Para todos los convencidos y neoamorosos del panismo y su hipócrita triple moral, una estrellita para su frente. Felicidades señores: Protegen a los pederastas tal como el Vaticano protege a los curas tientachiles. Joer, cómo adoro a la iglesia católica y sus brazos políticos nacionales (que más bien son cabezas de una hidra pestilente y vomitiva).

De los personajes que conforman el imaginario nacional, estos son mis favoritos. Finísimas personas.

(Y pensar que de verdad hay gente que le tiene miedo al zoquete del peje teniendo a estos truhanes montados en el lomo, juar. No distinguen un mojón ni aunque lo lleven en el bigote)

Vengan pues los rostros más repulsivos del poder en México:



Flamante coordinador de lambiscones políticos en desgracia, se le conoce por su gusto por el chupe, su pedantería, y en últimas fechas por su amistad con los pederastas. Todo un aliado para FeliPito.


El pederasta mayor, causal de las desgracias del góber precioso, Gamboa Patrón y los que se vayan acumulando en la semana. Nuestro querido Jean Succar degustando su platillo favorito: Bambini.


El jefecito, así, en chiquito. Bien escondido en su rinconcito ha amaestrado a las serpientes de su partidito de neocristeros desde hace por lo menos 12 años, y más aún en este sexenio. Una joyita que no tuvo que ser presidente para darle efectivamente en la madre al país.


Un filántropo y promotor de la cultura como Don Roberto, finísima persona que vive del dinero que se jinetea su banco de cuarta y de las exenciones fiscales que le hacen sus cuatazos, a un lado de la primera dama de la cultura en México, Doña Retra-Sari Bermúdez, doctora en Corte y Confección con especialidad en Peinados y Arreglos Florales. Ha dirigido el Consejo Nacional para la Costura en las Tardes como nunca nadie. (Y pensar que esta estúpida se echará otros seis años jodiendo la difusión cultural de México...makes me wanna puke.)


Kamel fuma puro, masca chicle y tiene niñas de a montón. Además de una jeta satánica, una cartera rebosante de dinero puerco y muchos amigos hildebrandos.
Eso sí, los prianistas lo consideran "Un respetabilísimo y acaudalado empresario". Puaj. Este es el tipo de gente con la que el presiñoño tiene vendidas las nalgas. Qué terror.


Mario el precioso. Mario el botellitas de cognac que en realidad eran putas. Mario el pederasta. Mario el intocable que sigue gobernando con la punta de su lapicito pedófilo.



Hugo, Paco y Luis. Los tres caballeros. Línea de 3. Los tres chiflaron. Fans de las Poquianchis del Espacio (primas de las Mullestrechis, pero más jóvenes). El gran líder con su rostro inteligente y varonil, tomado en el discreto momento en que soltaba un pequeño gas. ¿Pa dónde estás viendo, Jelipe? Gobernará con entereza y solidez, para beneficio de su vieja y sus cuates. Fox ha muerto, ¡Viva Fox!




Y claro, no podía faltar EL PRESIDENTE DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS (para complacer al de la boca llena y el amor por la investi-dura más hechiza de nuestro burdel nacional). Tal vez lo recuerdan por películas como: El tonto del pueblo, el gato con botas, el pelele, el ignorante, el guarro, el transa, el detestable, el incompetente, el autoritario, el cerdo protector de pederastas, el mojigato, el mocho, el doble moral, el fanático religioso, el empresario. Él es Don Vicente Fox en su imágen más célebre.

Por cierto, al güey que le pintó su corona a Chente le descubrieron que no era menor de edad y lo entambaron ya en serio unos 6 meses después de esta foto. Culeros, el guarrito se merecía una medalla.



Ay, qué bonito es nuestro país, snif. Es un orgullo ser mexicano. Patrañas.

septiembre 13, 2006

Escapes (ya merito, ya amerito)

Bueno. Todo bien. Nada es para tanto. Aunque Sánchez Villa esté de vuelta, el sol sigue brillando detrás del suculento smog de la ciudad. Tanto pedo me pone de malas, pero sólo por momentos. Intervalos de quince minutos (quien me conoce, sabe a lo que me refiero, quien no, pus se lo pierde :-P -ups, perdón David Huerta pero se me sale lo ególatra cuando necesito entrar en fase de amor propio exacerbado)

Total, en los próximos quince minutos voy a estar a toda madre. Me voy a ir de fin de semana, voy a estar deliciosamente solo y en paz. Le meteré a la novelita que estoy escribiendo, ordenaré mis ideas, prepararé mi pronta mudanza, me pescaré de los primeros ojos bonitos que me cuenten una buena historia y luego, en los quince minutos subsecuentes, los abandonaré para regresar al redil de la productividad y la pseudoeficiencia.

Noooo lleeevooo priiissaaaa. Sólo unas ganas locas de irme a Europa en Diciembre, a visitar a tantos cuates que andan por allá, gozando del oro azteca, inca, del diamante sudafricano y de las checoslovacas en remisión amorosa.

Vaya. Tiempo de ponerse de buenas. Escapar un ratito del síntoma y caminar sin rumbo fijo. Sin fumbo rijo. Sonriente y en paz.

Hasta pronto!

Salud!

septiembre 11, 2006

Puentes

No todo se ha compuesto. O quizás, casi nada. Mi gran amiga ya no lo es, la mujer con el corazón de oro está desaparecida en acción, no se me olvida ese pan árabe mal hecho, mis ex-cuatitos no me regresaron a sus links y además percibo una paranoia medio nefasta en ellos, el imbécil de Sánchez Villa ya volvió a escribir estupideces en su resucitado blog de quinta (eso sí, aquí ya no se para a chingar, lo cual es una gran ventaja).

Para colmo, este fin de semana salí con una de esas muñequitas insulsas de las que tanto reniego. Fue casi involuntario, casi por equivocación, y definitivamente resultó una tremebunda. Me aburrí soberanamente y al final del día ni siquiera me quedaron ganas de intentar algo con la susodicha. Nomás me dio por extrañar gente y ponerme nostálgico acerca de la mujer con el corazón de oro y de las noches de verdad. Qué depresión: Hasta mi fucking libido superficial se está yendo a la chingada.

En fin, se viene el 15 de Septiembre y a mi me dan unas ganas tremebundas de irme del DF, pescar algún viaje alucinógeno y dedicarme a pensar en otras cosas. Creo que me tomaré esos días, esos viajes, ese tiempo. En alguna montañita lluviosa lluviosa, lejos de la playa y los jipitecas del horror.

Estoy pensando en San Miguel de Allende, o quizás más lejos. No lo sé.

A ver si animo a alguna compañía interesante para el viaje. Alguna de las que son buenas interlocutoras y no muñequitas de trapo...repaso la lista, pero el que no se anima soy yo...Pues ya, si no se logra, partiré como buen ermitaño, por segundo año consecutivo, a pensar solito y en paz, cerquita de la chingada...




Snif.

septiembre 07, 2006

Días podridos

Hoy. Un día podrido. Podrido hasta la médula. Claro, siempre podría ser peor.

Romper con una amiga de 10 años por una estupidez, pelear con un corazón de oro por puras pendejadas, pelear con los compañeros de trabajo por diferencias de interpretación, sentirse improductivo, extrañar muchos de los ojos perdidos y no ver ningunos, perderme en el mal humor, comer pan árabe con queso malo y café bueno, ser removido de los links de algunos ídolos blogueros, soñar con mezcal y estar aun en la oficina, a las 11 de la noche, responder cuatrocientos mails de pendejos fascistas de mala muerte (bueno, eso fue de lo poco divertido del día), ensañarme para desahogar la mala leche del día con esos desconocidos, pensar en ir a casa y no ir a ningún lado, estar lejos de cualquier orilla, en mitad de todas partes pero en ninguna.

Argh. De verdad que todo lo bueno que me dio este año me lo está cobrando hoy.


Ojalá y el gran Batio me humecte las ganas con unos mezcales de primera la noche de mañana, porque no sé si mis tripas resistan tanta cosa junta en este día abreviado por la mala hostia y las ganas de matar la realidad a cucharadas.

En fin. Todos tenemos días malos. Días muy malos. Días peores.

Lo bueno es que se terminan. Pronto, pronto.

septiembre 04, 2006

Ahí te va la diferencia (o agárrame tantito de malas)

"la diferencia dijo... Fox: pendejo pendejo, pero es Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Calderón:pendejo, ñoño y futuro
Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Xamiru:izquierdoso, eterno adolescente prófugo de la generación X que se alcoholiza en una fiesta "bien prendida" organizada por bloggers.

Blogger: teto, ñoño"


***


Hm. Generalmente no me tomo el tiempo de contestar comments anónimos, pero este me pareció suficientemente risible como para dedicarle unas líneas:

No hay nada mejor que aquellos a los que se les llena la boca (o en este caso los dedos) al hablar de su sacrosanto presidente (Fox), y de su sacrosanto país (Estados Unidos Mexicanos). O los que dicen: Pendejo, pendejo, pero mira qué bonita corbata tengo. Argumento más patético y secundariano (ya que a mi me tacha de adolescente) no me podría encontrar. Pendejo-pendejo, pero mi papá gana más que el tuyo. Snif. Qué ridículo.

Además, ¿quién demonios dice "Estados Unidos Mexicanos"? Alguien que lee al país en las moneditas de 10 pesos. Alguien que de verdad cree que somos un país, que tenemos un estado, que estamos unidos y que eso de "mexicanos" realmente vale un peso. Estoy seguro que este mismo personaje no dejaba oportunidad, hasta hace unos añitos, para mofarse del rancherito con botas, hasta que seguramente consiguió una hipoteca con un 20% anual de intereses y se siente realizado por ello. Fox es un imbécil, punto. Fox no es presidente ni de los gusanos de maguey. Si acaso, es el líder de una secta de...pendejos (ya que el señor anónimo admite su pendejez). Tiene el mismo valor político que un rábano pasado en un pozole con cisticercos. No ha sabido gobernar desde el día uno y no sabe gobernar ahora.


Y no me causa LA MENOR CULPA el verlo salir por patas, cagado de miedo, de un congreso que en pocos meses será la némesis de su delfín, el Gutierritos Calderón, y de paso, de este país bicicletero que, como todos sus políticos han demostrado al día de hoy, no vale ni la moneda de diez varos donde "la diferencia" se aprendió el nombre oficial de nuestra república bananera. Y qué ridiculez aun más grande la de creer que ser "presidente de los Estados Unidos Mexicanos" es un honor o algo a lo que se puede aspirar, o algo admirable siquiera. Es como ser trillonario en México: cada vez que los miro y los huelo sólo puedo pensar a cuánta gente se habrán chingado para ser quienes son. (aunque claro, ellos se dan sus baños de pueblo y responden solemnemente: "Yo le doy trabajo a 100 (subempleados mal pagados). Soy un hombre derecho que trabaja y da trabajo". Bola de jodidos evasores de impuestos.

Con respecto a si soy un eterno adolescente, no tendría una respuesta sólida. Soy un eterno adolescente cuando de cuestiones hormonales se trata, en definitiva. Me divierto en todo tipo de reventones, incluyendo los de los bloggers tetos y ñoños, porque sí, porque soy un ñoño, y porque no tengo porque aparentar ser un republicano feliz o un amante y defensor de las instituciones en las que no cre ni he creído jamás. Me cago en las instituciones, en Fox, en su esposa, en Calderón, en el peje, en el IFE, en el TRIFE, en la iglesia, en dios, en Dios, en la Virgen María y en todos los apóstoles de petatiux que no son mas que una caricatura de la podredumbre humana. Si eso me hace ser aun más un "adolescente" que "se alcoholiza" por ser "un prófugo de la generación X" pues cuanto más lo lamento. Me hace feliz no sentir respeto por otra cosa que la gente respetable, del día a día, es decir: la que no se anda con mamarruchadas de solemnidad institucional cuando vive en una pocilga de país, por muy aromatizado que tenga su carrito de segundamano.

Y ya. Con eso quedan solventadas mis ganas de reirme de los que hablan con la boca llena (de pendejadas institucionales). Y con "la diferencia" vienen también los cientos de comunicadores que están horrorizados de que "la institución presidencial" sea "degradada" por esos "revoltosos". A mí sencillamente me importa un pito el presidente y su institución arcaica y abusada durante décadas. Me importa un pito si lo sacan a chiflidos del Congreso, igual que si hacen lo mismo con Calderón, igual que si este país no tiene solución. No la tiene. Está claro.

Pero que no me vengan con falsos respetos y alabanzas hipócritas: No puedo respetar a un imbécil que se ostenta como presidente y no sabe quién es Borges, dónde queda Europa, de qué tamaño es su país o que dios no existe. Manga de hipócritas pero eso sí, ahora son muy "republicanos".

A la chingada: Salgan del clóset. Asúmanse ignorantes pero radicales. Con eso cumplirán el primer requisito de un reaccionario de derecha. Tomen el crucifijo y tatúenselo a sus hijos en las nalgas. Que todos sepan quién es quién y que se acabe la simulación.

Bah. Estoy MUY de malas. Tanto pendejo en el radio, perdí mi reloj nuevo (snif) y para colmo, ahora resulta que Fox es respetable y que "México va de maravilla". Cómo me recuerda a Aznar, el amigo de Gutierritos, el hijo del franquismo, y por el cual tanto hijo y nieto de republicano español salió a votar con total amnesia histórica. Los judíos serán un asco, en su mayoría. Pero me cae de madres que nadie los haría tan pendejos como para votar por un Nazi disfrazado de demócrata. Ellos sí se acuerdan, aun si demasiado.



Y ya. Próximamente la reseña del fantástico concierto de Albert Pla en el helénico. (Segunda reseña en 2 años que de ese gran loco musical hago en este humilde jacal electrónico)


Hasta al rato.