Sobre el último hálito de mi padre extinto, creí jurar.
Pensaba entonces, bajo las pestañas de un casi niño de 20 años, cómo es que odiar cualquier cosa no tiene mayor sentido.
Juraba, sobre el cuerpo yermo de un padre agonizante -el mío- que no malgastaría otro minuto odiando cual si hubiera una oportunidad de repetirlo todo.
Sobra decir que mis promesas se esfumaron tan pronto como la memoria. Volví a odiar -sí- y volví también a jurar sobre otros cuerpos igualmente yermos.
Me confieso estúpido y repetitivo. Memorioso pero igualmente falaz.
No sé a dónde me llevará la vida. Rectifico: Sí sé. Terminaré muriendo. Yermo o súbito. Tácito o cínico. Muerto, al fin y al cabo.
Hay días que imagino cómo será el último aliento. Hay días, también, en que no me doy tiempo.
Acontezco. Luego la memoria me asalta.
Recuerdo que es fútil odiar, tomarse en serio, respirar.
Hay tantos perdones que quisiera pedir.
Y tantos otros que ya no me acuerdo...
Prosigamos, pues: Ya sabemos que morir es lo único cierto.
La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.
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6 comentarios:
Leí y me dieron ganas de darte un abrazo, pero igual me mandarías a la chin.. jeje. V.
No creo. Ando muy pacifista últimamente. Y por cierto, me sigue carcomiendo la curiosidad.
La vida se vive y se termina por morir, allá tú cómo la vivas y dónde te toke la muerte. Si sigo con miedo de ke pase algo pasaré la vida sin ke pase nada y eso no me lo perdonaría jamás. Saludos!
Quiero un paseo en bicicleta. Ya no sé hace cuánto fue que me subí por última vez a una.
Saludos.
a ver si en una de esas te disculpas con tus musas culerín - esas a las que insultas, les pones apodos, las pseudo confrontas con la realidad que según tú viven y les arruinas la fiesta-... yo creo que sabes quién soy
En realidad no. No tengo idea. Tengo varias ideas, pero acaso alguna que cumpla todos esos requisitos (insultar, apodar, etcétera). Sin embargo, no me importa. Seas quien seas, te pido una disculpa. Así de claro. Así de categórico. Así de terminal.
Discúlpame, seas quien seas.
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