Máscara contra cabellera

Dejando a un lado al sospechoso obsesivín (por lo conocidos que suenan su choro y sus maneras) que últimamente le juega al acosador de petatiux y que viene a darnos muestras de su implacable dominio del lenguaje y su barato desprecio hacia mi persona, retomaré temas nacionales para perder a gusto un ratito en la oficina:


La punta de lanza de la política social mexicana, conocida por su eficacia (Entre 200 y 400 mil expulsados de México por la pobreza cada año, 40% del país en pobreza extrema y otros muchos millones de jodidos que se pelean por migajas) ha sido la doctrina de Josefina Vázquez Mota (Autora de libros tan profundos como "Dios mío, hazme viuda" y operadora política de Felipín), quien para ayudar a su candidato a contar nuevos choros, recientemente entregó la estafeta a Ana Teresa Aranda, notable secretaria bilingüe luego convertida en secretaria de estado, arribista por excelencia, miembro activo del Yunque y déspota sin límites conocidos.

Aquí una fotografía de tan distinguido personaje:

"O sea, la política social increíble, ¿no? En el nombre de Dios todo se puede, ¿no? O sea, tipo como que ya no hay pobres, got it?"


Anita la católica de moral comprable se presentó ayer en el sacrosanto y honorable Congreso de la Unión a presentar sus incipientes "resultados". Ante los cuestionamientos que le formularon diputados de todos los partidos, incluyendo la secta Priísta y los VerdeOportunistas, la señora, toda una madeja de cultura, buenas costumbres y capacidad política, se dedicó a ironizar y mearse de risa despótica de los diputados ahí presentes (no contamos a los del PAN quienes han demostrado ser los nuevos cheerleaders del cinismo político nacional, en sustitución del viejo "Bronx" priísta).




Ante el total desprecio al resto de los partidos y las posiciones políticas que demostró la desperate housewive que dirige la SEDESOL, todos los grupos parlamentarios, con excepción del PAN y el PANAL, aliados por obra y gracia de la maestra Elba Esther y nuevos socios del proyecto de estupidización y latrocinio que llamamos México, salieron de la sala bajo protesta. Incluso nuestro más reciente pederasta, Don Emilito Gamboacogerme Chavitas,
sacó a sus gangsters de la sala, "horrorizado" por la actitud despótica de la señora Aranda.

Cuál sería la sorpresa de propios y extraños cuando Jorge Zermeño (PAN), el cardenal en jefe de la cámara de diputados, impuesto en concertacesión y contra los acuerdos orgánicos que comprometían la primer mesa directiva, de carácter rotativo, a la segunda fuerza de la legislatura (PRD), conminó a sus colegas del PRI y a sus despreciados enemigos perredistas a que, desde la máxima tribuna del congreso, "se fueran todos a la chingada".

"Váyanse, váyanse, pero a la chingada...ya" fueron las sabias palabras de este personaje tan tolerante como culto y políticamente sabio. De esa calaña se compone el grupo parlamentario panista, el grupo "de la unidad", el que quiere "un México en paz" y que se ha lanzado "en busca de acuerdos".

El PAN en negociaciones con Elba. El PAN rompiendo acuerdos, desmadrando sesiones parlamentarias, preparando madrizas, cocinando la venta de los energéticos. ¿Ese es el proyecto por el que votaron los 15 millones 250 mil electores? ¿Ese es el México que quieren? ¿Ese es el partido de la tolerancia, de la cristiandad y de los valores? Risa loca. Al menos los priístas son consabidos guarros y autoritarios y los perredistas toman tribunas y hacen desmadres públicos sin navegar con otra bandera. Prefiero la coherencia del contestatario que la crueldad del hipócrita empoderado. Es más fácil cuando te viola un exconvicto que cuando lo hace el cura de tu parroquia. La sorpresa es menor. La facultad de prevenirlo es mayor. Los motivos no están ocultos bajo una cortina de "valores" y "buenas costumbres". Qué país. Qué sexenio nos espera.

Héctor Larios, otro connotado diputado panista, dijo, con respecto al abandono de los grupos opositores, una frase que resume con mucha sencillez los tiempos que vivimos (y los que nos esperan):

"El que no quiera ver fantasmas, que no salga de noche"


Bienvenidos a la noche. Al oscurantismo de los cristeros y de los sinarquistas revestido de neoliberalismo y "valores" que sólo operan a nivel mediático. Bienvenidos de vuelta a la edad media. No salgan de noche, es decir, no salgan a ningún lado en los próximos seis años.

A México le espera una de sus noches más largas. Recuerden cargar siempre con un lubricante y llevar un collar de ajo y un revólver con balas de plata. La lucha política ya se juega en el ring, y como siempre en México, ganan los enmascarados.