La linea que separa a un valiente de un cobarde está trazada con cinismo.

febrero 12, 2006

Morir otra vez

Hay quienes viven para dar muerte. Y otros que prefieren propinarla sin mancharse los dedos. Tamién hay quienes han presenciado el rapto de la vida muchas veces. Otros que no. Multitudes que saben, claramente, que pronto o no tan pronto tendrán que asimilar adioses sin remedio.

Y el mundo que vivimos, ahora que se manda a sí mismo y que opera a pesar de nuestra cualidad de ser efímeros, no tiene ojos ni arterias. Morir, eso que le sucede cada 6 segundos a alguien que (casi) nunca conocimos, es un factor que no desequilibra su propia permanencia. Sólo quienes alguna vez viven se duelen de la muerte.

Muere Soriano. Mueren sus ojos y su divinidad forzada por el marketing. Mueren sus ganas de seguir siendo nadie y haciéndo todo lo que pasara por su antojo. Muere uno, un poquito más, cada vez que vislumbra los alcances de la muerte.

Pero aun así, y más que nunca, vivimos sin noción de nuestra muerte. Ni los mexicanos, que tanto nos jactamos de nuestra "humorística" y "natural" visión de la muerte, pensamos jamás en el hecho invariable que supone que, en 100 años, todos los vivos serán otros, y todos los que ahora estamos ya nos habremos esfumado sin remedio. Nadie lo hace. El poder menos. Y el imperio, ja, mucho menos. Todos siguen andando como si la cotidiana supervivencia estuviera ahí para siempre. Short-term profit. Inútil.


Y claro, no entiendo por qué el poder, y que es algo mucho más grande que los gringos, sigue viviendo como si todo lo que nos mantiene vivos fuese infinito. Y tampoco entiendo por qué la gente lo tolera como algo normal y sustentable. Ni modo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Viendo la hora de este post... 17 makes sense.
Y si, Soriano se murió, pero es casi año nuevo, las cosas se mueren, así ha sido siempre, así seguirá, la muerte la lleva escrita todo lo que primero, ha nacido. Aunque no nos guste aplicar esa idea a las cosas de 15 minutos.

Si no ha nacido no muere, el albur es decidir que nazca sabiendo que por definición no es perenne, que mañana o en diez años, it too will die. Y si se decide que nada nacerá porque entonces no, no habrá de morir, se evita uno estar en Febrero de luto pero de que llenaríamos los días? si lo que se muere es lo que nos da la vida.

And it might as well create, give its last breath to the undead. Besos

Ismael Lares dijo...

amigo ya debemos desperdirnos de la pinchi solemnidá, no cree

Silencio dijo...

Pues se muere, de viejo, no joven y en vida, que miré que poder expresarse durante años, sin perderse es meritorio, murió, ¿que hacemos?, moriremos, ¿que hacemos?, ¿estamos muertos?, ¿Que hacemos!